Pasando por la Ruta 1

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De entre los matorrales y casi cantando con su voz, salió un poqueño Illumise que se denotaba inseguro, pero a al defensiva, a cualquier movimiento del entrenador se defendería lo mas que pudiese.

Al ver al Illumise adelante Gible fue a enfrentarlo sin necesitarle darle alguna orden.
- Es hora de la batalla Gible, usa Ataque arena sobre ese Illumise!
Gible uso sus pequeños brazos, levanto un montón de tierra y se la arrojo al Pokémon Salvaje. Con esto intentábamos obtener alguna ventaja para la batalla y derrotarlo más fácilmente.
Gible se concentro para ver la reacción de su oponenete, sin sacarle los ojos de encima en todo momento, esperando su reacción.

El Illumise vio el amenazante Gible de un forma totalmente cobarde, pero como tenía agallas, lo enfrento. Se paro con firmeza en el suelo y espero al Gible que parecia moverse rapido, se acercó lento y de repente, se dirigió con todo el cuerpo contra el pequeño azul, pero al ser Gible mas velóz que su rival, efectuó el ataque primero, lanzando arena a los ojos del pokémon salvaje logrando bajar la visibilidad y con ello la precisión del Illumise, ocasionando que éste fallase su ataque y quedara tendido en el piso expuesto tras ese fallido placaje.

Al ver que el Pokémon Salvaje no logro realizar un buen movimiento, era obvio que teníamos la oportunidad de "tenerlo contra la cuerdas", es decir, atacar sin darle oportunidad de responder, por eso de inmediato la di la orden a Gible para darle un buen golpe.
- Bien Gible, aprovecha ahora y usa Placaje contra Illuminase
Gible arremetió con fuerza y a gran velocidad contra su oponente que se encontraba en el suelo, se podía ver en los ojos de Gible la inmensa concentración en su objetivo, el ganar esta batalla.

Illumise, desorientado y perdido en el espacio físico, se encontraba en tan mala posicion que cualquier entrenador pokémon (aún siendo inexperto) aprovecharía. Intentó levantarse dos veces, ambas veces fracasó, y para cuando quiso intentarlo nuevamente, Gible ya estaba golpeándolo tan duro que lo sacó de combate, arrastrándolo unos cuantos centímetros.

Illumise cae derrotado.

Una vez el Illumise cayo derrotado saque una fruta de mi mochila y se la deje al lado, entonces me fui del lugar junto con Gible...
Caminamos unos minutos y luego nos sentamos en la sombra de un árbol, Gible algo cansado se quedo dormido allí. Mientras Gible descansaba yo recordaba todos los buenos momentos que habíamos pasado juntos, estaba seguro que llegaría gracias a el hasta la Élite Pokémon. Poco a poco también me quede dormido, era difícil no hacerlo el viento acariciaba tu cara con una leve brisa, el clima era ideal sobre todo a la sombra de un gran árbol.

"...Caminaba por aquellas calles, poco a poco fui viendo aquel edificio. Era enorme y majestuoso, entonces entre a el con Garchomp a mi lado, un grupo de personas con asombrosos Pokémon estaban esperándome, saque de mi mochila unos objetos brillantes que no logre identificar bien y se los mostré a una especie de guardia, entonces me dirigí a la primera habitación, hubo una gran luz que no me permitió ver más allá de aquello..."

En ese momento desperté, no comprendí muy bien el sueño que había tenido, así que decidí olvidarlo y seguir adelante, entonces desperté con suavidad a Gible para seguir caminando.

Mientras caminaba a través de la Ruta 1 junto a mi fiel amigo Gible, nos fuimos alejando más y más del Pueblo Gliese, parecía que ya lo había dejado hace mucho tiempo, aunque en realidad solo estaba a unas horas de camino. Poco a poco el sol se iba ocultando, ya pronto se haría de noche de modo que decidí buscar un buen lugar para acampar, entre tanto se escucho un ruido tras los arboles a nuestra derecha y entonces apareció un Pokémon...

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De entre los arboles aparece un Purrloin, caminando delicadamente, sin tomarle mucha atención al entrenador que se encontraba cerca de ella. Camino un par de paso mas y luego se sentó cuidadosamente y comenzó a lamerse una de sus patas, mientras miraba indiferente al muchacho y a su pokémon.

Al ver al Purrloin Salvaje se me había presentado la oportunidad para una nueva batalla, la cual no dejaría escapar, pero antes que todo me asegure de que Gible pensara igual.
- ¿Qué piensas Gible una batalla te gustaría?
A lo que Gible asintió con la cabeza con mucha decisión, entonces comenzamos.
- Muy bien comencemos usando Ataque Arena contra la gatita!
De inmediato Gible levanto una gran cantidad de tierra para dificultar la vista de su Pokémon oponente.

Purrloin, al ver la posición ofensiva de Gible, se levanto rápidamente, pero aun así no fue capaz de esquivar el ataque del pokémon rival.
Luego de recibir el sorpresivo movimiento, ella contra ataco emitiendo un carismático gruñido, mientras que con su pata limpiaba la arena que había caído entre sus ojos y esperaba sigilosamente el siguiente movimiento de Gible.

El ataque de Gruñido de Purrloin calzaba perfecto en mi estrategia, por ello no le tomamos mucha importancia y seguimos con la ofensiva.
- Gible no te preocupes por sus gruñidos, corre alrededor de ella y sigue usando Ataque arena.
Gible comenzó a correr alrededor del Pokémon Salvaje levantando tierra por donde iba, creando un circulo de polvo alrededor del Pokémon Salvaje que dificultaría su vista hacía cualquier dirección. La idea principal era que el Pokémon Salvaje tuviera una gran dificultad no solo para atacar a Gible, sino que hasta para identificar lo que estuviera haciendo...

Purrloin se encontraba tan desesperada al no poder hacer nada frente al efecto que estaba creando Gible, que pego un grito y creo una pequeña esfera brillante la cual se convierte en un poderoso movimiento llamado Alboroto. Un ataque bastante estruendo que hace que Gible se detenga de imprevisto y tape sus oídos desesperadamente al igual que su entrenador, el cual no comprendía lo que pasaba.
Ambos pierden la concentración gracias al estruendoso movimiento que había usado Purrloin, el cual fue creado mediante su movimiento de Ayuda, por lo que pudo salir del clima en que se encontraba, dejándola nuevamente en iguales condiciones de batalla.

No habíamos tenido mucha suerte contra ese movimiento, pero no por eso perderíamos el animo...
- Si eso no funciona, deberemos mostrarle tu verdadero poder Gible. Usa Furia Dragón contra ese Purrloin.
En ese momento Gible se concentro en su oponente y libero una energía azulada que tomo forma de dragón que se dirigió contra el Pokémon Salvaje.
Aquel Purrloin nos empezaba a causar problemas, pero ahora era la hora de enfrentarlo mandíbulas contra garras...

Purrloin, al ver el enorme poder que había liberado Gible, intenta nuevamente contra atacar con su sorpresivo movimiento de Ayuda, por lo que nuevamente una bola de luz aparece frente a Purrloin, ataque que se convierte luego en una poderosa Hoja aguda. El movimiento hace que su cola brille y cambie a un color verde bastante claro. Purrloin, realizando un movimiento muy osado, se lanza directamente contra la Furia Dragón de Gible.
Al chocar ambos ataques, se produce una enorme explosión que hace que Purrloin salte lejos y caiga debilitada.
El entrenador resulta victorioso frente a la poderosa Purrloin.

Para la mala suerte de la Purrloin Salvaje su movimiento necesitaba atacarme cuerpo a cuerpo, por lo tanto termino chocando con furia dragón que fue demasiado para ella. No tenia al inicio más intenciones que entrenar a Gible, pero aquella Purrloin me había demostrado agallas y un gran poder, no perdería la oportunidad de capturar un Pokémon así, por lo tanto busque en mi mochila una de mis Pokebolas y se la arroje con fuerza. Estaba muy emocionado, ya que era la primera vez que intentaba capturar otro Pokémon...

Purrloin entro a la pokebola, la cual se movió una vez, otra vez mas, y una ultima vez, quedando completamente capturada por el entrenador.


OFF:
1.- Recuerda agregar los datos de Purrloin en tu ficha de "Almacenamiento Pokémon" en la sección de "Equipo Pokémon".

2.- Gible se encuentra algo agotado, procura darle una poción antes de seguir con tu aventura.
Al momento de darle la poción reporta tu mensaje para moderar tus objetos.

Una vez Purrloin quedo encerrada en la Pokebola me acerque a Gible
- Buen trabajo amigo, creo que necesitas recuperarte, aquí tienes
De mi mochila saque una poción y la use en Gible, de inmediato este recobro todas sus fuerzas. Ya más tranquilos era la hora de terminar de armar la tienda de campaña para dormir, ya que el sol se había ocultado completamente, así que seguiríamos nuestro camino a la mañana siguiente.

Paso esa noche muy tranquila, solo se escuchaba cada cierto rato a uno que otro Pokémon moviéndose por el Bosque, yo dormí en mi saco al lado de Gible quien se encontraba muy cómodo apoyado en mi estomago...


Los rayos de sol comenzaron a refractarse a través de mi carpa, permitiendo que entrarán y me despertarán. Ya era de día, vi mi reloj y me di cuenta de que eran las 10 de la mañana, la hora perfecta para levantarse y seguir nuestro camino.

Nos levantamos con Gible y empezamos a desarmar la tienda, esta vez Gible me ayudo sacando todas las estacas, mientras yo guarde todo para poder comenzar con nuestra caminata.
Al terminar de ordenar todo estábamos listos para seguir, sin embargo algo nos impidió continuar, cuando me fije en lo que era me di cuenta de que era un Pokémon Salvaje.
- Perfecto, un nuevo día, una nueva batalla y quisas un nuevo Pokémon!

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Un Chatot se posa frente al entrenador y su pokémon, y comienza a picar el suelo, intentando buscar algo de comida. Era un pokémon bastante distraído, por lo que estaba pendiente, mas que nada, de encontrar algo de comer en vez de fijarse en lo que había a su alrededor.

Al ver al Chatot me sentí algo decepcionado, era un Pokémon volador y yo ya tenia en mente a otro para formar parte de mi equipo, así que decidí no enfrentarlo y seguir adelante. Continué mi camino junto a Gible quien siempre me acompañaba con una agradable sonrisa, creo que sentía la misma emoción que yo al recorrer aquel camino de tierra que me conducía a través del Bosque.
Seguimos caminando unos minutos mientras una leve brisa nos mantenía frescos a pesar del fuerte sol.